domingo, agosto 28

Ellos dos.

Cástor bajo a la Tierra para despejarse. Sus constantes discusiones y peleas con Pólux casi le habían echo caer en un agujero negro, y fue la pequeña gota que colmó un vaso lleno de miradas envenenadas, insultos inconcebibles y demás atrocidades que harían temblar a toda una galaxia.

Se estiró, dejando que las lágrimas se deslizaran por su rostro. Comenzó a dar vueltas por la hierba, buscando aquello no necesitaba, y los humanos llamaban sueño. Mientras, su hermano se acercó a él.
- Cástor, ¿que haces?
Sus miradas se encontraron, mirándose fijamente, con un deje de curiosidad. Pólux le abrazo lentamente, mientras Cástor cerraba los ojos.
- Dormir.-contestó suavemente.
- ¿Y eso? - su voz sonaba reconciliadora, aunque temía a su hermano.
- Simplemente estoy probando cosas diferentes, alejándome de lo normal.
Se quedó dormido por primera vez en su hombro, y Pólux lo estiró levemente en la hierba.
- No lo hagas, por favor. No quiero que te alejes de mi por probar.-susurró, antes de desaparecer.

5 comentarios:

  1. Hermanos y sus relaciones increíbles...hasta en las mejores familias!!

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  2. rara, yeah, pero ¿a que no sabes que me has hecho llorar? *0*

    tu entrada va a mi cuaderno de entradas especiales :)

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  3. Hacía mucho que no leía cosas tuyas :)
    (un texto que me ha gustado
    muchísimo)

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  4. Já, he llorado, acabas de hacerme llorar. Cómo se nota que eres géminis, es increíble! <3

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